Llegaste hablándome de magia y al
poco tiempo lo entendí, no se trataba de trucos se trataba de amor. Se trataba
de la facilidad que tenía y aún tengo para quedarme embobada mirando tus pecas,
tus ojos y esos rizos que parece que me piden que me enrede en ellos. Este
tiempo lejos de ti me está quemando por dentro, la idea de no tenerte aquí
conmigo me parece la peor de las torturas y no poderte rozar el peor de los
castigos. Haz un poco de tu magia y haz que vuelva al día en que se abrieron
las puertas y cargada de maletas al verte me sobraba todo porque te volvía a
tener. Volvamos atrás, a las mañanas en las que al despertarme te encontraba dormido
a mi lado y a las ganas incontrolables de despertarte a besos. Volvamos a dormirnos
abrazados y dejando todas las películas a mitad. Volvamos a correr de un sitio
a otro, a perdernos por los pasos subterráneos y a que me cojas de la mano para
que no me pierda. Y hablo de un perderme más metafórico que real porque si me
sueltas juro que no sabría vivir. Volvamos
a hacer planes que nunca salen y a improvisar días que no se pueden olvidar.
Volvamos a abrazarnos cuanto antes, volvamos a tenernos de frente. Vuelve.
Sans toi, les émotions d'aujourd'hui ne seraient que la peau morte des emotions d'autrefois
martes, 25 de abril de 2017
domingo, 5 de julio de 2015
Que la primavera cale en tus huesos y sea la estación eterna de tus ojos, en la que no existen billetes de ida y vuelta sólo "aller simple" siempre hacia mí, o eso espero. Que cuando te encuentres solo pienses que el campo y sus flores, que tanto odio, te acompañan. Harán de coro para la melodía que supone oirte respinar y el ritmo vendrá marcado por el choque de tus pestañas. Cuando pienses que no te queda nada te quedará todo. Acabar sin nada significa luchar por algo nuevo, y yo contigo. Déjame decirte que los miles de deseos que hay en mi lista no están en vano y pienso alcanzarlos todos. No pienso dejar en el tintero ni un plan de los míos, de los tuyos, con nosotros quiero decir.
jueves, 26 de marzo de 2015
Piano, piano, si va lontano.
No hay manera humana de parar este viento,
Tampoco divina y créeme cuando digo que lo intento.
El viento te acaricia cuando vas en el barco correcto
Cuando no, es una tempestad que te arroja contra el suelo.
Hay días en los que, cuando todo está en calma, no me
arrepiento
Sin embargo otros, con la mar brava , sólo puedo desgarrar
lamentos.
Porque desgarra de la peor manera posible, profundamente,
pero lento lento.
Piano piano, así son los momentos que hace tiempo fueron los
más fuerte. Y ya no.
El gris hormigón de la rutina, de la soledad que provocan
las mentiras.
Tan fuerte que no me deja avanzar
Tan endeble que dudo de su fortaleza cada vez que el mar
Lo golpea
Piano piano,
Y lo derriba.
sábado, 28 de febrero de 2015
Llegas sin previo aviso, sin avisarme de que ibas a aparecer
con esa sonrisa de anuncio y esas pecas capaces de hacer a un dios volverse
mortal por poder contemplarlas desde la distancia en la que yo lo hago. Hay
momento s en los que me hundido en el vacío del marrón de tus ojos y tú, aún
siendo el responsable de mi muerte más dulce, apareces con tus abrazos
reparadores o tus “métete aquí” mientras abres tu abrigo. Hay suertes comunes y la mía. Hay amores, y tú. Por encima de cualquier perspectiva. Por encima de todos, tan tú y a la vez tan mío. Ojalá tu luz no se apague nunca y si lo hace, aprenderé a quererte en braile.
martes, 20 de enero de 2015
¿Hay destino
más suicida que el fracaso? Desde hace tiempo me doy cuenta de que todo lo que
intento conseguir huye de manera vertiginosa de mi lado. Me refugio en eso de
que unas veces se gana y otras se pierde. Pero, joder, cómo hiere perder lo que
es realmente importante. Pierdo oportunidades aun sabiendo que son únicas, aun
sabiendo que no van a volver; por unas razones u otras se me escapan sin que pueda
hacer nada al respecto. Quizás porque no reacciono a tiempo o porque no lucho
por ellas lo suficiente. He perdido personas que esperaba no perder, luchando
contra todo lo que me alejaba de ellas; en vano. Perder tanto cansa. Saber de antemano que en
cualquier aspecto de tu vida por mucho que lo intentes siempre vas a acabar
perdiendo. Saber que por mucho que lo intentes no puedes más, que estallas y
cuando lo haces no hay posibilidad alguna de autoreconstrucción. Me he roto
tantísimas veces que ya no sé si en alguno de esos intentos de resurgir lo he
llegado a lograr o si no soy más que un montón de cenizas intentando ser
persona, y claro. No sé, a veces creo estar destinada al fracaso.
sábado, 11 de octubre de 2014
Llegas levantando primaveras, acostando inviernos.
Llegas cuando todo estaba muerto.
Llegas tarde, demasiado, pero llegas.
Apareces, por sorpresa
Y contigo, la vida entera.
Apareces de la nada, floreces como la hiedra.
Llegas cuando estaba en el subsuelo
Llegas para hacerme renacer, para que toque el cielo.
Llegas y, ojalá, no te marches nunca.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)